(1818-1883)
Nacido en el seno de una familia de clase media acomodada (prósperos
negociantes; padre judío culto, convertido al luteranismo, y madre
judía semianalfabeta) en Prusia, fue a estudiar a la Universidad
de Bonn y a la Universidad
Humboldt de Berlín, donde se interesó por las ideas filosóficas
(más que por el Derecho, como quería su padre) de los
jóvenes
hegelianos.
Tras
la finalización de sus estudios, se convirtió en periodista
en la ciudad de Colonia,
escribiendo para un diario radical, la Gaceta
Renana, donde comenzó a utilizar
conceptos hegelianos como la dialéctica,
que influirán en su concepción sobre el socialismo. Criticó a los
gobiernos de Europa y sus políticas, pero también a los liberales y
a otros miembros del movimiento socialista, cuyas ideas le parecían
ineficaces o totalmente antisocialistas. El periódico finalmente
atrajo la atención de los censores
del gobierno prusiano y, después de que
el periódico publicara un artículo criticando fuertemente a la
monarquía en Rusia, el zar ruso Nicolás
I, un aliado de la monarquía prusiana, pidió que la Gaceta
Renana fuera prohibida. El gobierno prusiano
cerró el periódico en 1843. Marx escribió un artículo para la
revista de los jóvenes hegelianos, en el que criticó las
instrucciones de censura emitidas por el rey prusiano Federico
Guillermo IV.
Se
trasladó a París en
1843 y comenzó a escribir para otros periódicos radicales, como los
Anales Franco-Alemanes,
así como una serie de libros, de los cuales varios fueron coescritos
con Engels; escribió las Tesis
sobre Feuerbach (conocido
por la declaración de que "los filósofos no han hecho más que
interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de
transformarlo"). Este trabajo contiene
la crítica de Marx al
materialismo (por ser
contemplativo), al idealismo
(por reducir lo práctico a lo teórico) y a la filosofía
en general, por poner una realidad abstracta sobre el mundo físico.
Se trataba del primer esbozo sobre
el materialismo
histórico: el mundo no se cambia por las
ideas sino por la acción física, material y práctica.
Fue
exiliado a Bruselas,
donde se convirtió en una figura importante de la Liga
Comunista. En su
panfleto político Manifiesto
del Partido Comunista estableció los
presupuestos de dicha Liga: "La historia de todas las sociedades
hasta nuestros días es la historia de la lucha
de clases". Al poco tiempo, Marx tuvo
que huir a Francia por
su claro apoyo a las revoluciones del 1848.
Más
tarde, regresó a Colonia,
donde fundó su propio periódico, la Nueva
Gaceta Renana. Pero se exilió una vez
más, esta vez a Londres
junto con su esposa Jenny y sus hijos. Allí la familia vivió en el
umbral de la pobreza,
pero Marx siguió escribiendo y formulando sus teorías,
convirtiéndose en una figura destacada de la Primera
Internacional. En la Asociación
Internacional de Trabajadores (también conocida como Primera
Internacional),
Marx estuvo involucrado en la lucha contra el sector anarquista
de Bakunin,
en la que Marx obtuvo más apoyos. Sin embargo, la transferencia de
la sede del Consejo General de Londres a Nueva York en 1872, apoyada
por Marx, llevó a la decadencia de la Internacional. El evento
político más importante durante la existencia de la Primera
Internacional fue la Comuna
de París de 1871, cuando los ciudadanos
de París se rebelaron contra su gobierno y retuvieron a la ciudad
durante dos meses. Durante la sangrienta represión de la rebelión,
Marx escribió en defensa de la Comuna.
En
1867 se publicó el primer volumen de El
Capital, una obra que analiza el
proceso de producción capitalista; elaboró su teoría
del valor-trabajo, su concepción de la
plusvalía
y de la explotación,
que según él en última instancia llevaría a una tasa de ganancia
decreciente y al colapso del capitalismo
industrial. Los volúmenes II y III
se mantuvieron como manuscritos en los que Marx siguió trabajando el
resto de su vida y fueron publicados póstumamente
por Engels.
Tras
la muerte de su esposa, Marx desarrolló una fuerte gripe, contrajo
bronquitis y
pleuresía
y, finalmente, murió el 14 de marzo de 1883 en Londres. Murió como
apátrida
y tan solo acudieron diez personas a su funeral.
El discurso de Engels incluyó el siguiente pasaje: "El 14 de
marzo, a las tres menos cuarto de la tarde, dejó de pensar el más
grande pensador de nuestros días. Apenas le dejamos dos minutos
solo, y cuando volvimos, le encontramos dormido suavemente en su
sillón, pero para siempre." La lápida
de Marx lleva el mensaje grabado: "¡Proletarios
de todos los países, uníos!", presente
en la última línea del Manifiesto
Comunista y la
frase de la Tesis
XI sobre Feuerbach: "Los filósofos sólo han interpretado
el mundo de distintos modos, pero de lo que se trata es de
transformarlo".
La VERDAD total de ECONOMIA nos la brindó SOCRATES hace miles de años: No sale de las riquezas la virtud para los hombres, sino de la virtud, las riquezas y todos los otros bienes.
ResponderEliminarEl resto de la historia es palabrería, sacrificios, tortura y rechinar de dientes.