El poema de Parménides:
Como
casi todas las obras de los primeros presocráticos, el libro de Parménides se
titula Peri phýseos (“Sobre la Naturaleza”). Parece haber
sido escrito entre 480 y 475 a.C. Se trata de un poema filosófico en versos
hexámetros, de los que una buena parte ha llegado hasta nosotros. El poema
consta de un proemio y dos partes; la primera de éstas, la mejor conservada (se
supone que se conservan 9/10 del original), trata de la "Alétheia"
o Verdad, y la segunda (de la que sólo se conserva, al parecer, 1/10 del total)
versa sobre el parecer o la
"doxa".
Parménides es uno de los
filósofos más importantes de Grecia y lo que cuenta es un mito, mediante el que
establece los parámetros en los que a partir de entonces se va a fijar la
filosofía.
Estaba Parménides un día
recostado a la sombra de un árbol cuando de repente se le aparece la diosa Aletheia
= Verdad, la cual le dice que se suba a su carro porque le ve despistado y le
quiere enseñar el método adecuado para encontrar la Verdad. Parménides se sube
al carro y van a volar por el mundo. Hacen tres paradas:
- La primera vez que se paran, la
diosa le enseña la ciudad del No Ser: es la ciudad de lo que las cosas no son. Si
quieres buscar la verdad de lo que son las cosas, una posibilidad es decir lo
que no son y cuando hayas eliminado todo lo que no es, tendrás lo que es. Este
método es muy tedioso por lo que la diosa Aletheia le dice que no le
recomienda este camino pero tampoco se lo prohíbe.
- Hacen una segunda parada en la
Ciudad de los hombres de doble cabeza: son señores que tienen un cuerpo y dos cabezas.
Esto les genera muchos problemas porque las dos cabezas tienen opiniones
independientes y siempre son ideas contrarias. Dan opiniones y no buscan la
verdad única. Aletheia le prohíbe que siga ese camino porque nunca va a
encontrar la verdad.
- Hacen una tercera parada en la
Ciudad del Ser: es la ciudad donde están las cosas que son. La ciudad del ser
se define con una fórmula: A=A, esto quiere decir que cada vez que pones un
signo igual o pronuncias la palabra es, estas estableciendo una identidad, una
definición. Lo que dice la filosofía, y lo mismo va a decir la ciencia, es que
sólo encuentro la verdad cuando puedo poner un igual. (Ejemplo: Si tú preguntas
qué es el agua, la respuesta será H2O). Siempre que se establecen estas
igualdades en la ciencia lo que se está definiendo es lo que Es, o sea el Ser; algo
sobre lo que no hay discusión, es una verdad universal.
Parménides dice que de la misma
manera deben poder definirse todas las cosas; por ello el filósofo lo que tiene
que hacer es encontrar ese signo igual de todo y entonces habrá encontrado la
verdad de cada ser. Entonces, si eso es así, lo que le dice la diosa de la Verdad
a Parménides finalmente es que la única manera de ser un filósofo y acertar con
la Verdad es seguir el camino de ser.
Significado que trasciende la
literalidad del Poema: la sofística y la filosófica eran dos escuelas
enfrentadas entre sí. Los sofistas eran generalmente gente que venía de fuera, metecos
que venían a Atenas y montaban academias fundamentalmente de retórica para
enseñar a manejarse en política.
En ese momento Atenas disfruta de
una democracia directa, en virtud de la cual todos los ciudadanos participan en
la política, y eso convierte a los profesores de la técnica oratoria en
personajes muy influyentes aunque no tuvieran rango de ciudadanía. Por tanto,
tener una academia con mucho éxito era tener poder; razón por la cual los
sofistas montaban las academias intentando atraer al máximo de ciudadanos, los
cuales pagaban cuantiosas sumas por las clases de retórica. En esas clases se
les enseñaba que no hay una verdad única, que lo que importa es la opinión
racional y que, en consecuencia, lo esencial será saber retórica y persuasión
para convencer de que tus argumentos son los más sólidos.
Los filósofos defendían justo lo
contrario; eran ciudadanos griegos, atenienses. Eran ricos por familia, libres
y algunos de ellos montaban academias, por las que no cobraban puesto que no lo
necesitaban (y lo consideraban amoral). Lo que hacían en las academias era
enseñar la técnica política a sus alumnos pero de una manera diferente:
defendían que hay una verdad única para todas las cosas, hay una única
definición para cada cosa (por ejemplo, para la idea de justicia).
En definitiva, el Poema de
Parménides, en realidad, es un programa político. Lo que está diciendo es que
ir por el camino de la opinión es malo y lo bueno es ir por el camino del ser.
Lo que hace es intentar convencer a los ciudadanos griegos de que vayan a sus
academias y no a las de los sofistas y de que cuando entren en política
realicen las acciones que sean favorables a sus intereses.
"Somos lo que pensamos. Pensar y ser son la misma cosa"
ResponderEliminar¿Lo afirmas desde una perspectiva subjetiva u objetiva?
ResponderEliminarEntiendo que si propones que "somos lo que pensamos" es porque consideras que cada sujeto se conforma a medida que va filtrando para sí cierta información de la realidad, interpretada de una determinada manera. Si ese es tu parecer, entonces rechazas la perspectiva objetivista, universalista de Parménides. Yo también.
Pero luego añades, que pensar = ser y esa, al margen del sujeto, es la afirmación parmenídea. ¡Me despistas!
No hay despistes Lola. Somos lo que pensamos. Por eso el mundo va como va. El pensar es la causa del desastre.
EliminarPensar y ser es la misma cosa. Somos un desastre.
El pensar no puede solucionar el desastre, porque es el desastre: la causa y el efecto.