sábado, 31 de enero de 2015

GNOSTICISMO



GNOSTICISMO:

En general sería la pretensión de adquirir el saber absoluto por una vía no racional sino extática.

Durante los primeros siglos de nuestra era, ciertos pensadores desarrollaron  una forma concreta de gnosticismo en la que se mezclaban el neoplatonismo, los principios cristianos y la tradición hebrea, con consideraciones novedosas generadas en el seno mismo de esta corriente.

Dos son las raíces que se apuntan para explicar el gnosticismo:

  • Para unos, el gnosticismo es el intento de una “filosofía cristiana”;

  • Para otros, es una manifestación interna del pensamiento heleno en plena decadencia, aprovechando elementos propios del cristianismo en auge.

En todo caso, es sin duda un intento de “salvación por el saber”.

Se pueden distinguir hasta 3 tipos de gnosticismo (todos ellos entrelazados):

  • La gnosis mágico-vulgar: propagada por Simón el Mago, que aparece en los Hechos de los Apóstoles como un predicador mágico-religioso, que afirma la existencia de una fuerza infinita que es el Espíritu de Dios pero también, el origen secreto del universo.

  • La gnosis mitológica: de origen oriental, se halla representada por varias sectas cuyo mensaje común es la Sabiduría como “primera mujer” (a la manera de las religiones matriarcales del Mediterráneo), el viaje de Jesús a un mundo sobrenatural, antes ocupado por esa Sabiduría, o el destino del alma (con reminiscencias del orfismo)

  • La gnosis especulativa: la más próxima a la filosofía, aparece representada por autores como Marción o Valentino. El primero apunta la idea de un dualismo entre un Dios malo, el creador del mundo y del hombre, identificado con el Dios del Antiguo Testamento, y un Dios bueno, revelado por Jesucristo en el Nuevo Testamento, único capaz de ayudarnos a eliminar la materia y el mal para ascender a la espiritualidad. El universo presentado por el gnosticismo es un universo dramático porque Dios se ve “impotente” para ser plenamente bueno en su función de demiurgo creador. Igualmente, Valentino presenta una dualidad originaria entre el principio masculino, el Padre o el Abismo y el principio femenino, el Silencio, cuya unión da origen al Nous, la Inteligencia verdadera. Este enfrentamiento se vuelve agónico cuando Sophia (el eon primero plotiniano) desea conocer la naturaleza del primer Abismo, lo que inicia un momento dramático de rebelión y la necesidad de restablecer el orden esencial (muy similar a la prohibición de acceso al árbol bíblico del conocimiento… y del Pecado original).

1 comentario:

  1. Con estos, la Inquisición y los doctores de la iglesia hicieron una buena hoguera.
    Es lo que tiene tanta paz y amor.

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