LA
CONSTITUCIÓN DE LA ORTODOXIA DE LA IGLESIA CRISTIANA
Se
fragua a los largo de los siglos II-V y sus pasos más significativos
son:
1.
Concilio
de Jerusalén (hacia el año 50):
se trata de un acuerdo provisional entre Santiago y Pablo, con la
mediación de Pedro, en virtud del cual, los cristianos judíos podían
seguir practicando sus ritos, al igual que los cristianos gentiles. El objetivo
es universalizar el contexto de la pluralidad de iglesias en torno a un mismo
Dios. Se busca una forma de AUTORIDAD frente a la dispersión de
tradiciones.
2.
Durante
los siglos II-III aparece el cristianismo como fenómeno social,
dando como resultado la aparición enfrentada de una conciencia pagana,
que genera una literatura contraria a los preceptos de Dios.
3.
GNOSTICISMO (Hermes Trismegisto): es una forma de religiosidad cristiana que identifica
el conocimiento con Dios. A partir del pitagorismo y el platonismo tardío,
se defiende la salvación cristiana por el conocimiento. Sin embargo, en la
medida que pretendió alzarse como religión autónoma, el 4º evangelio
(que por su carácter más racional se podía haber identificado más con este
planteamiento) se enfrentó a él en su prólogo: el logos no aparece como
saber divino sino como identidad personal, encarnación divina. Así pues, el
evangelio de San Juan aprovecha el gnosticismo para afianza su
postura mediadora, conciliadora y promotora de esa anhelada “autoridad
ortodoxa”: polemiza con una forma extrema e independentista de cristianismo
racionalizado desde una postura revestida de racionalidad helena.
4.
Constantino deroga el decreto de persecución de Trajano y, de este modo,
legaliza el cristianismo, que ya era un fenómeno social muy relevante y
convenía tenerlo a favor. Para ello convoca el Concilio de Nicea (325
d.C.), donde se propone que Padre e Hijo son de la misma
naturaleza…provocando tremendas discusiones teóricas pero apostando por una
solución política en la que se mantenía la tradición hebrea pero con
explicaciones griegas.
5.
El
emperador Teodosio, finalmente, oficializa el cristianismo y convoca el Concilio
de Constantinopla (381 d.C.), en el que se aporta la “solución
definitiva”: “Dios es uno y Trino”. Curiosamente, aunque este no fue un
concilio ecuménico, ni conservamos sus actas, es el que termina por anunciar: “ESTA
ES LA FE DE LA IGLESIA” y determina con exactitud los grandes dogmas
de la ortodoxia: la creación ex nihilo, la doble naturaleza de Cristo y
la Trinidad. A partir de este momento, los que se alejen de esta AUTORIDAD
serán considerados herejes y los cristianos pasarán de perseguidos a
perseguidores.
6.
Finalmente
se ponen las bases para desarrollar una ética cristiana acorde con el
contexto histórico de poder y confraternidad con el imperio. En este mundo se
debe ser un buen ciudadano, pero sabiendo que la verdadera ciudad es la de
Dios (Civitas dei, de San Agustín); hay que obedecer al emperador
porque Dios se encargará de determinar el que hace el Bien o hace el Mal en
virtud de la Providencia. La excelencia ciudadana, la virtud ya no son
personales como en Platón sino universales/cosmológicas…como en el estoicismo.
Y, por tanto, ante la desigualdad social hay que tener resignación porque Dios
lo ha previsto…acabando finalmente con la herencia social del cristianismo
primitivo de la segunda predicación de Pablo.
Con ello, el cristianismo entra de lleno, como pilar básico, de la cultura occidental. El pensamiento ya nunca dejará de lado a Dios…aunque los maestros de la sospecha intentan arrinconarlo.
Ser experto en Dios es maravilloso. Lo inventamos a nuestra imagen y semejanza y realizamos todos los genocidios necesarios para que el populacho aprenda lo que es paz y amor. Es lo que tiene abusar de la imaginación y Cholo Simeone lo sabe.
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